Jeremías 5:14 (RVR) 14 Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos: Porque dijeron esta palabra, he aquí yo pongo mis palabras en tu boca por fuego, y a este pueblo por leña, y los consumirá. | Jeremías 5:14 (LBLA) 14 Por tanto, así dice el Señor, Dios de los ejércitos: Por cuanto han hablado esta palabra, he aquí, pongo mis palabras en tu boca por fuego y a este pueblo por leña, y los consumirá. |
Jeremías 23:29 (RVR) 29 ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra? | Jeremías 23:29 (LBLA) 29 ¿No es mi palabra como fuego—declara el Señor—y como martillo que despedaza la roca? |
Ezequiel 37:7 (RVR) 7 Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. | Ezequiel 37:7 (LBLA) 7 Profeticé, pues, como me fue mandado; y mientras yo profetizaba hubo un ruido, y luego un estremecimiento, y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso. |
Hechos 19:20 (RVR) 20 Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor. | Hechos 19:20 (LBLA) 20 Así crecía poderosamente y prevalecía la palabra del Señor. |
Romanos 1:16 (RVR) 16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. | Romanos 1:16 (LBLA) 16 Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree; del judío primeramente y también del griego. |
Efesios 6:17 (RVR) 17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; | Efesios 6:17 (LBLA) 17 Tomad también el yelmo de la salvacion, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios. |
Hebreos 4:12 (RVR) 12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. | Hebreos 4:12 (LBLA) 12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón. |